El uso pacifico de explociones nuceleares: El plan soviético para revertir el curso de los ríos de Siberia con "explosiones nucleares pacíficas"
Además del Volga, quienes luchaban por la inversión del curso del río en la década de 1970 se centraron en dos ríos siberianos: el Ob y el Irtysh. Planearon la construcción de un canal de 1500 km de longitud (930 millas) utilizando cientos de PNE que, una vez completado, canalizaría hasta el 10% del agua de las cuencas de los ríos Ob y Irtysh hacia Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán. Una resolución del Partido Comunista de mayo de 1975 preveía que el agua siberiana llegaría por primera vez a Asia Central en 1985, y que todo el proyecto estaría terminado para el año 2000.
Esto no sucedió. Desde el momento en que comenzaron los debates serios sobre la inversión del curso del río, hubo oposición de científicos y expertos. Sin embargo, a principios de la década de 1980, esta oposición derivó en una especie de campaña pública generalizada, muy inusual en la fuertemente controlada Unión Soviética. Se escribieron ensayos en revistas, cartas a funcionarios, incluso novelas y poemas sobre la locura del proyecto. En Balada sobre la Libertad, el poeta soviético Fazil Iskander escribió: «Es completamente imposible saber qué pasa por la cabeza del régimen, si quieren exprimir los ríos del norte o robar la Corriente del Golfo».
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