Mulita: Atropellada en Panamericana, la encontraron con el caparazón roto y en estado de shock: “Confiamos en que lo logrará”
LA NACION, 18 de mayo de 2022
Es una especie “casi amenazada”, a un mes del accidente continúa en
recuperación.
La divisaron casi de casualidad. A la distancia, pudieron entender que se trataba de un animal malherido que se arrastraba en dirección a la autopista Panamericana. Ocurrió en el Municipio de Escobar. Cuando finalmente el personal de control de la zona pudo llegar al lugar, advirtió que estaba ante la presencia de una mulita (Dasypus hybridus) con el caparazón roto. Inmediatamente la trasladaron al centro de zoonosis del área y desde allí fue derivada a la Fundación Temaikèn.
El animal había sido atropellado por un auto y llegó
en estado de shock a la sala de primeros
auxilios, con pérdida de sangre y desprendimiento de
coraza del subcutáneo. Su
pronóstico era grave. No había tiempo que perder, su vida
pendía de un hilo. Los médicos veterinarios a cargo del Hospital le colocaron
una vía para administrarle fluidos y analgésicos. Luego se limpió la herida y se
realizó un vendaje. Posteriormente la mulita fue instalada en la Unidad de
Terapia Intensiva con un ambiente adecuado para ella.
Herida de gravedad, así llegaba al hospital veterinario de la Fundación Temaikén.
Lamentablemente, y cada vez con más
frecuencia, es moneda corriente encontrar animales atropellados en rutas. Esto
es debido a que el hombre cada vez interviene mas en el hábitat de los
animales. Construye rutas o ciudades donde antes no había. Al modificar un
ambiente los animales quedan más expuestos a estas problemáticas.
Según la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza (UICN) — una reconocida organización conservacionista que elabora
un listado del estado de conservación de plantas y animales a nivel mundial —
la población de mulitas está en decrecimiento y se la considera especie “casi
amenazada”. Entre los principales peligros que debe enfrentar este animal se
consideran los desarrollos inmobiliarios, la expansión de la agricultura y la
pesca, el trazado de rutas y vías, la caza y captura de animales terrestres, y
la presencia de especies o enfermedades invasoras exóticas, entre otras.
A la mulita se le hicieron una serie de suturas con alambre quirúrgico para permitir que su caparazón comenzara a cerrarse.
Alimentándose por sus propios medios
Además, la mulita es una de las especies
que habita en la zona del Delta, un humedal de la región en peligro y que actúa
como refugio de flora y fauna de gran valor para la conservación. Este humedal
es amenazado por la deforestación, por los incendios, la contaminación de las
aguas, la introducción de especies exóticas invasoras y la caza de animales
silvestres.
Un panorama poco prometedor
Los primeros días de recuperación fueron algo
difíciles. “Cuando ingresó, pesaba 4 kilos y luego
bajó de peso porque no comía. Lógico, estaba dolorida y estresada. Pero,
una vez que manejamos el dolor con analgésicos y la estabilizamos, comenzó a
comer por sus propios medios. Al principio le dimos dieta blanda para que fuera
fácil de digerir”, explica Martín Gaubeca, asistente veterinario en Fundación
Temaikèn.
Pasó alrededor de un mes. Tanto las curaciones que se le hacían -con una jalea preparada a base de una concentración sobresaturada de azúcar que favorece la cicatrización- como su estado general evolucionaban favorablemente. Además se le practicaron una serie de suturas especiales para afrontar la coraza con el subcutáneo y permitir que se fuera cerrando el caparazón. Todavía le queda mucho por cicatrizar en su coraza ya que tuvo un abundante desprendimiento en esa zona. Pero el pronóstico es alentador.
“Confiamos en que lo logrará”
Los médicos y cuidadores esperan que la mulita vuelva a la naturaleza, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Una vez que clínicamente esté dada de alta, comenzará la etapa de observación de conducta para evaluar si es apta para la liberación. “Confiamos en que lo logrará. Son animales rápidos y escurridizos. Ante una situación de peligro rápidamente se esconden en sus madrigueras y es lo que ella está comenzando a hacer cada vez que advierte presencia humana en la proximidad de su recinto. Esa es una buena señal”, agrega Gaubeca.
En plena recuperación
Una vez que se le otorgue el alta clínica, el siguiente paso es trasladarla al Centro de Recuperación de Especies (CRET) donde un equipo especialista en comportamiento evaluará sus condiciones para una posible liberación. Por ejemplo, se le esconderá comida -en la naturaleza se alimenta de hormigas, termitas, cucarachas, grillos, pequeñas raíces y algunos frutos- y se evaluará si puede realizar búsqueda, si puede excavar, si ha tenido impronta o no con el humano (esto quiere decir si relaciona positivamente su alimentación con las personas), entre otros aspectos..}
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