Nutria Gigante. Chaco: Encontraron un ejemplar de una especie que se creía extinta en el país
Se trata de una nutria gigante o lobo de gargantilla. Este
descubrimiento es una gran noticia a nivel conservación
La Nacion: 18 de mayo de 2021
El ejemplar de nutria gigante avistado en el Río Bermejo (Gentileza Sebastián Di Martino)
Cuando Sebastián Di Martino, biólogo y conservacionista, salió el
domingo pasado a recorrer en canoa el río Bermejo, en Chaco, nunca imaginó que
se iba a encontrar con un ejemplar de nutria gigante, una
especie que se creía extinta en la Argentina desde hace más de 30 años, al
menos, y particularmente en el río Bermejo hace 100.
“Escuché que un animal se tiraba
al agua”, dijo Di Martino, que en un principio creyó que se trataba de un
lobito de río. Sin embargo, un grito que profirió el animal lo alertó. “Me hizo
acordar a los sonidos que emiten Coco y Alondra, los dos ejemplares de nutria gigante traídos de Europa a Iberá para
intentar devolver a esta especie a la Argentina”, explicó el biólogo. “Fue una
locura y una emoción total”.
Con el ruido estaban las sospechas, pero faltaba la confirmacion."Di vuelta la canoa para filmarla con el celular. En el momento en el que saco el cuerpo fuera del agua y le pude ver la garganta blanca, que es muy tipica de la especie, ya no quedaban dudas" sostuvo.o.
Un ejemplar adulto puede medir hasta 1,8 metros y pesar 33 kilos. Es un depredador tope y habita en grandes ríos y humedales del norte y centro de América del Sur. En la Argentina se la considera extinta y a nivel mundial está amenazada de extinción.
Las poblaciones documentadas de nutria gigante más cercanas al Impenetrable se hallan actualmente en el Pantanal Paraguayo, a más de 1000 kilómetros
de distancia. El ejemplar, probablemente solitario, puede haber arribado desde
allí. También es posible que quede alguna población relictual en algún sitio de
la Argentina desconocida por los expertos.
El desafío, según Di Martino, que además es director de conservación de
la Fundación Rewilding Argentina, ahora es proteger al animal avistado de
la caza furtiva, una amenaza permanente que se cierne sobre la fauna silvestre
nativa en las costas del río Bermejo.
LA NACION.
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