Historia del primer delfín en ser hallado completo en la costa del Río de la Plata, frente a Buenos Aires y descripto por Burmeister en 1865

H. P Castello. Fundación de Historia Natural "Félix de Azara", en comisión del MACN / CONICET.

Historia de su hallazgo

“El 8 del mes de Agosto del año 1865, a las 8 de la mañana, los marineros del Señor  D. Núñez observando del bordo de su lancha fondeada, en la playa del río, cerca del muelle de la Aduana nueva, un pescado grande, que encallo en el fondo en seis cuartas de agua, levantándose de tiempo en tiempo con el lomo fuera del agua y ocultándose después por momentos, en los cuales echaba en el aire una fuente de agua con  mucha vehemencia. La gente se aproximó al animal vivo en un bote y hasta le dispararon dos balazos, sin ver efecto alguno de los tiros , pero como la curiosidad del espectáculo les irritaba, se acercaron a él tanto, que un hijo de Don Núñez pudo dar dos puñaladas del animal en el pescuezo.
A consecuencia de esta lastimadura lanzó el pescado con fuerza una fuente de sangre, y luchando de este modo cayó al fin en agonía. Poniendo entonces un bichero en la herida, transportaron los marineros el animal a su buque y lo trajeron al muelle mismo, donde levantaron con el pescante del vapor y lo depositaron en un carro, en el cual fue transportado al Museo Público, parta ser regalado generosamente por dicho Sr. Juan Antonio Núñez a este establecimiento.
El estudio científico que prinicipió inmediatamente después de la entrega del animal en mis manos, con la asistencia del Señor D. Pelegrino Strobel, en ese tiempo catedrático de la historia natural en la Universidad de Buenos Aires, me ha mostrado pronto, que es una especie de losa Delfines del grupo de los Ziphiadae (sic), muy parecido al género Delfinorrhynchus de Blainville y Dumortier, y como en el primer momento me ha sido imposible, por falta de los libros necesarios, determinar más a su afinidad verdadera con las especies ya conocidas de ese grupo, he dado al animal el apelativo provisorio: Delfinorryhnchus australis, bajo cuyo título mandé una carta del 11 de agosto una corta descripción a mi sucesor de la Cátedra de Zoología en la Universidad Prusiana de Halle, el Dr. Giebel, que la imprimió en el periódico suyo: Zeitschrift fur dieges.Naturw.Tm, 25. pag. 262.1865.
Continuando después el examen científico con mas escrúpulo me he convencido, que el animal no es en verdad un Delfinorryhnchus, por falta de dos dientes grandes casi en el medio de la mandíbula inferior, que son propios al dicho género, sino un género aparte por la posición de dos dientes menos grandes en la punta abierta de la mandíbula inferior, carácter que se vé también en el género Hyperoodon, uno de los más conocidos entre los Ziphiadae (sic). Siendo el animal de este modo un nuevo género intermedio entre el Delfinorryhnchus, y el Hyperoodon, propuso llamarlo Ziphiorrhyhnchus cryptodon, por causa de que estos grandes dientes en la punta de la mandíbula inferior no perforaban la encía, sino fueran escondidos en la misma. Bajo ese título he publicado una descripción general de su organización en la Revista Farmacéutica de la Soc. de Farmacia Nac. Arg., Tom.4, pag 363 (Octubre de 1865).
Copia de esta segunda publicación sobre el animal fueron mandadas a los sabios Europeos más distinguidos, de los cuales el Dr. J. E. Gray, Director del Museo Británico, me contestó inmediatamente, volviéndome una lista de los géneros actuales de los Ziphiadae de su libro nuevo, entonces publicado: Catalogue of Seals, etc. y avisándome que él ha publicado una traducción  inglesa de mi descripción en los Ann.  Magaz. of N. H., III. Ser. Tom. 17.17, pag. 94, seg..
De la dicha lista he comprendido pronto, que el Dr. Gray había ya fundado un género particular de los Ziphiadae, en el cual debe entrar por todos sus caracteres diagnósticos nuestra nueva especie, llamándole Epiodon  en la pag. 430 de dicha obra.
En ese sentido contesté al Sr. Gray, acompañando mi carta con una figura y una descripción del cráneo, que publicaba mi amigo en los mismos Ann. & Mag. N. H.pag. 300. pl. 6 proponiendo al fin de mi descripción, llamar ahora al animal Epiodon cryptodon.
Pero recordando que el carácter de los dientes ocultos en la punta de la mandíbula  inferior, no es particular a esta especie, sino que vi también en la otra del hemisferio boreal, llamado Epiodon desmarestii (Ziphius cavirostris Cuv.), me ha parecido conveniente cambiar el apelativo específico por otro más  significativo, que pensaba  derivar de su domicilio en el Océano Atlántico austral, frente a la costa patagónica, en ese sentido escribí en las láminas adjuntas el nuevo apelativo, Epiodon patachonicum, pero como el primer nombre dado por mí en la carta al Dr. Giebel, es también menos significativo, me parece al fin lo más conveniente dejarle como antes y llamarlo Epiodon australe, bajo cuyo título publico ahora su descripción detallada, ilustrándola con seis láminas, que contienen figuras de todas las partes y órganos principales de su cuerpo.”
Reproducción textual del artículo publicado por H. Burmeister.  1867. Descrpción detallada del Epiodon australe. En los Anales del Museo Público de Buenos Aires, 1 (8) : 312-366.
Acuarela del delfín picudo de Cuvier, la única que ha sobrevivido a la fecha, de una larga lista de acuarelas que Burmeiste pintó e hizo convertirlas en litografías para  publicarlas en una de sus obras.

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Cronología de los nombres científicos atribuidos por Burmeister al delfín picudo de Cuvier (Ziphius cavirostris, Cuvier, 1823) .

Delfinorryhnchus australis (Allgemaine Zeitschrift fur dieges.Naturw. Dresden.Tm, 26. pag. 262.1865). Agosto 1865.
Ziphiorrhyhnchus cryptodon (Revista Farmacéutica de la Soc. de Farmacia Nac. Arg., Tom.4, pag 363. Octubre de 1865.
Ziphiorrhyhnchus cryptodon .Ann. & Magaz. of N. H., III. Ser. Tom. 17, pag. 94, seg.
Epiodon patachonicum (nombre temporario escrito al pie de la acuarela del ejemplar, donde Burmeister agregó el nombre de Ziphiorrhyhnchus cryptodon.
Epiodon australe (Anales del Museo Público de Buenos Aires, 1 (8) : 312-366).

Dificultades  que enfrentó Burmeister para clasificar sistemáticamente esta y otras especies de cetáceos.

La experiencia de Burmeister en Zoología, previa a su llegada en 1862 al territorio del Plata, se  centró en los insectos, mamíferos y en la geología.
Nada sabía sobre mamíferos marinos al legar a esta región, y además carecía de literatura científica que le permitiera identificar los delfines y ballenas que con el pasar de los años llegaron a  sus manos.
El contacto epistolar con los sabios europeos era lento, todo se hacía por medio de cartas que tardaban mucho tiempo en llegar a Alemania o a Inglaterra, y otro tanto en llegar la respuesta.
Burmeister demostró una gran flexibilidad y algo de apresuramiento en la identificación correcta del delfín picudo de Cuvier. Tampoco se sabía en aquellos años que las hembras de zifideos no tenían dientes eruptivos. Como el ejemplar que le regalaron era un macho, le dio el nombre específico de cryptodon (diente oculto) hasta que Gray le ayudo a darse cuenta del error.
Posteriormente cuando describió en 1865 a la marsopa espinosa (Phocoena spinipinnis) y a la ballena minke de Buenos Aires (Balaenoptera bonaerensis) en 1867, ambas halladas en las costas del río frente a Buenos Aires, no cometió error alguno y demostró ser sumamente prolijo y cuidadoso en la descripción y en la posición sistemática de ambas especies.
Para alguien que jamás había tenido experiencia previa con este complejo grupo de mamíferos demostró ser un genio. Hay que pensar que en aquellos años no había fotos de las especies, ni guías de identificación de cetáceos y que todo lo que sabía acerca de ellos estaba basado en ejemplares y especies del Hemisferio Norte.

Reciente varamiento de otro delfín picudo frente a la costa de Vicente López.
Llamativamente y después de un poco más de un siglo y medio volvió a varar en la costas de Vicente López, cerca del Puerto de Olivos, Provincia de Buenos Aires, el 17/10/17 una mal denominada ballena picuda, probablemente un ejemplar de delfín de Cuvier, Ziphius cavirostris, clasificada por integrante de la Fundación Cethus y  cuyo esqueleto habría sido recuperado por personal del Museo Arg. de Cs. Naturales.













(Foto Diario Clarín.
Ver artículo del diario Clarín (22/10/17) :Sorpresa en la costa de Vicente López: apareció una "ballena picuda" muerta”

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