"Una puerta al infierno": el gigantesco cráter de Siberia que sigue creciendo y revela cómo era la Tierra hace 200.000 años
Emerge a medida que el hielo se derrite por el calentamiento global y sólo
en un año creció 30 metros
La Nación: 01 DE MARZO DE 2017 • 14:48
El derretimiento del permafrost ha
dejado al descubierto al cráter de Batagaika. La pared del cráter ha crecido un
promedio de 10 metros al año. Pero en años de mayor temperatura el incremento
ha sido de hasta 30 metros. Foto: ALEXANDER GABYSHEV
El derretimiento del permafrost ha dejado al
descubierto al cráter de Batagaika. La pared del cráter ha crecido un promedio
de 10 metros al año. Pero en años de mayor temperatura el incremento ha sido de
hasta 30 metros.
Algunos pobladores locales prefieren evitarlo y lo
llaman "una puerta al infierno".
Pero los científicos aseguran que se trata de una
ventana única al pasado, un registro detallado de 200.000 años de historia de
la Tierra.
Como un gigante que comienza a mostrar lentamente su
cabeza, el cráter Batagaika ha venido emergiendo en forma dramática del terreno
en Siberia.
El cráter va quedando al descubierto con el
derretimiento del hielo en el suelo permanentemente congelado(permafrost o
permahielo) de esta región.
Actualmente el Batagaika tiene un kilómetro de ancho y
85 metros de profundidad.
La pared del cráter ha crecido un promedio de 10
metros al año. Pero en años de mayor temperatura el incremento ha sido de hasta
30 metros, según un estudio de Frank Gunther y colegas del Instituto Alfred
Wegener en Potsdam, Alemania, que han monitoreado el sitio por satélite durante
una década.
Las capas de sedimento expuestas
revelan cómo fue el clima en la región durante 200.000 años, según los
científicos. Foto: Julian Murton
Las capas de sedimento expuestas revelan cómo fue el
clima en la región durante 200.000 años, según los científicos.
El cráter representa una rara ocasión de mirar al
mismo tiempo al pasado, al presente y al futuro.
Las capas de sedimento expuestas revelan cómo fue el
clima en la región durante 200.000 años. Restos de árboles, polen y animales
revelan que antiguamente la zona fue un bosque denso.
Este registro geológico puede ayudar a comprender cómo
será en el futuro la adaptación de la región al calentamiento global.
Y al mismo tiempo, la aceleración del crecimiento del
cráter es un indicador inmediato del creciente impacto del cambio climático en
el permafrost.
Desforestación
El proceso que llevó a la exposición del cráter se
inició en la década del 60, según Julian Murton, profesor de Ciencia del
Permafrost en la Universidad de Sussex en Inglaterra.
La rápida desforestación en la zona implicó que en los
meses de verano el terreno dejó de estar protegido por la sombra de los
árboles.
El cráter reveló restos de antiguos
árboles. La zona estuvo densamente poblada en el pasado. Foto: Julian Murton
El cráter reveló restos de antiguos árboles. La zona
estuvo densamente poblada en el pasado.
Los rayos del sol calentaron el terreno y el proceso
se aceleró ante la falta de transpiración vegetal, que habría disminuido la
temperatura del suelo.
"Esta combinación de menos sombra y transpiración llevó a un
calentamiento de la superficie", explicó Murton a la BBC.
Con el derretimiento del permafrost podríamos ver en
el futuro no sólo otros cráteres, sino también cuencas y lagos.
Para el profesor de Universidad de Sussex, "a
medida que el hielo se derrita a nuevas profundidades podríamos ver el
surgimiento de paisajes nuevos".
Reconstrucción
histórica
Los científicos aún trabajan en el análisis de
sedimentos y en la cronología exacta que está revelando el cráter.
"Queremos saber si el cambio climático durante la
última Edad del Hielo estuvo caracterizado por una gran variabilidad, con
períodos intercalados de calentamiento y enfriamiento", afirmó Murton.
El ritmo de crecimiento del cráter es un indicador
directo del creciente impacto del cambio climático en el permafrost.
Y esto es importante porque la historia climática de
gran parte de Siberia es aún un misterio.
Reconstruyendo los cambios ambientales del pasado los
científicos esperan predecir cambios similares en el futuro.
Hace 125.000 años, por ejemplo, tuvo lugar un período
interglacial, con una temperatura varios grados superior a la actual.
"Si podemos entender cómo fue entonces el
ecosistema esto puede ayudarnos a comprender cómo se adaptará la región al
actual calentamiento del clima", afirmó Murton.
"El calentamiento acelera el
calentamiento"
Aprender las lecciones que pueda ofrecer el cráter
Batagaika es crucial, especialmente debido a los mecanismos que aceleran el
calentamiento en zonas de permafrost.
A medida que se derrite este permahielo, más y más
carbono es expuesto a microbios.
El ritmo de crecimiento del cráter es un indicador directo del creciente impacto del cambio climático en el permafrost. Foto: Julian Murton
Estos microbios consumen carbón y producen no sólo
dióxido de carbono sino metano, un potente gas de invernadero.
El metano atrapa 72 veces más calor que el dióxido de
carbono en un período de 20 años.
A medida que
se derrite el permafrost se libera más metano y dióxido de carbono, gases que
aceleran el proceso de calentamiento atmosférico. Foto: Julian Murton
Los gases liberados por microbios a la atmósfera
aceleran aún más el calentamiento.
"Es lo que llamamos un feedback positivo",
le explicó Gunther a la BBC.
"El calentamiento acelera el calentamiento y en
el futuro podríamos ver más estructuras como el cráter de Batagaika".
"No hay ninguna obra de ingeniería que pueda
detener el desarrollo de estos cráteres".
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