Por qué somos la única especie humana que todavía está viva?
El Homo
Naledi es la más reciente especie clasificada de una larga lista de homínidos
que una vez poblaron la Tierra; mirá porque muchas se extinguiieron
Aparte de la nuestra, no quedan especies de homínidos en la Tierra.
Hace dos millones de años en África, numerosas
especies de aspecto humano deambulaban por el planeta. Algunas eran parecidas,
otras muy particulares. La última de estas especies se descubrió en septiembre
del 2015, en Sudáfrica. Se cree que los cientos de huesos encontrados
pertenecieron a una nueva especie, conocida como Homo naledi. Como esta, puede
haber más especies extintas de homínidos esperando ser descubiertas.
Nuestra especie apareció
hace aproximadamente 200.000 años, cuando todavía existían muchas otras
especies. Sin embargo, hoy solo quedamos nosotros. ¿Por qué sobrevivimos,
mientras que todos nuestros parientes más cercanos desaparecieron? La extinción es parte de la evolución.
No sorprende que algunas especies de aspecto humano -homínidos- hayan
desparecido.Pero no es tan
comprensible que el mundo tenga espacio para solo una especie humana. Nuestros
parientes vivos más cercanos son los chimpancés, los bonobos, dos especies de
gorilas y dos de orangutanes.
¿Cuestión de dieta?
Hay algunas pistas sobre por qué algunos
de nuestros antepasados tuvieron más éxito que otros. Hace millones de años,
cuando muchas especies de homínidos convivían, comían principalmente plantas.
Pero a medida que se mudaron de los bosques a las sabanas, se volvieron cada
vez más carnívoros.El problema fue que los animales
que cazaban también iban teniendo menos plantas para comer, así que en general,
había menos comida para todos. Esa competencia llevó a que algunas especies se
extinguieran.
Hace 30.000 años, los humanos modernos onvivían con otros tres homínidos: los Neandertales en Europa y Asia
occidental, los Denísovas en Asia y los Hombres de Flores -apodados
"hobbits"-, en la isla del mismo nombre, en Indonesia.
Se cree que los Hombres de Flores
desaparecieron hace 18.000 años, por una gran erupción volcánica, según
evidencia geológica. De los Denísovas solo se tiene un dedo pequeño y dos
dientes, por lo que no sabemos por qué desaparecieron.
Los restos descubiertos hasta ahora del Hombre de Flores (a
la izquierda) provienen todos de la misma isla.Foto:SPL
En el caso de los Neandertales -de los
que sabemos mucho porque hay muchos fósiles-, la evidencia arqueológica sugiere
que estos fueron desplazados de su hábitat poco tiempo después de que nosotros
lo ocupáramos, según Jean Jacques Hublin, del Pero rápidamente, el clima se
volvió más frío, y los bosques, más abiertos, como las sabanas africanas a las
que los humanos modernos estaban acostumbrados. Los bosques menguaron y ya no
sirvieron para mantener a los Neandertales. Estos no adaptaron su estilo de
caza a las nuevas circunstancias, dice John Stewart, de la Universidad
Bournemouth, en el Reino Unido.
Los humanos modernos, en cambio,
parecían cazar una gama más amplia de especies: animales grandes y pequeños,
como liebres y conejos.
Por el contrario, hay poca evidencia de
que los Neandertales hayan cazado mamíferos pequeños, de acuerdo a algunos
análisis arqueológicos realizados en Iberia, lugar donde los Neandertales
resistieron por más tiempo.
Sus herramientas servían mejor para
cazar animales grandes. Pese a que hay evidencia de que comían aves, deben
haberlas atraído con los restos de otros animales muertos, en vez de cazarlas
directamente.
"Los humanos modernos parecían
tener un número mayor de alternativas de solución frente a los problemas ",
dice Stewart. Esta habilidad de innovar y adaptarse puede explicar por qué
reemplazamos a los Neandertales tan rápido.
Cuando llegamos a
Europa, teníamos herramientas más variadas que los Neandertales. Incluso más
innovadoras y letales, según la evidencia arqueológica.
Arte, pegamento social
Pero también creamos otra cosa que nos
ayudó a superar a cada una de las otras especies de la Tierra: el arte
simbólico. Hay amplia evidencia de que los humanos modernos estaban haciendo
arte poco tiempo después de que salieron de África, hace 40 mil años.
Los arqueólogos han encontrado
ornamentos, joyería, representaciones figurativas de animales míticos e incluso
instrumentos musicales.
"Cuando los humanos modernos
llegaron (a Europa), su población creció rápidamente", dice Nicholas
Conard, de la Universidad de Tubinga, en Alemania, que ha descubierto muchas de
estas reliquias. Empezamos a vivir en unidades sociales mucho más complejas y
necesitábamos formas más sofisticadas de comunicarnos.
Una de las reliquias más
sorprendentes es una estatua de madera de un león-humano, llamada el Hombre
León, que fue encontrada en una cueva en Alemania. Esculturas similares del
mismo período han sido encontradas en otros lugares de Europa. Esto sugiere que
estábamos compartiendo información entre grupos culturales de diferentes áreas.
Parece que el arte era parte de nuestra identidad y ayudaba a unir a diferentes
grupos.
El hombre de Neandertal produjo herramientas, pero no
arte.Foto:SPL
En otras palabras, los símbolos eran una especie de pegamento social. Estos podían "ayudar a la gente a organizar sus asuntos sociales y económicos", dice Conard. En cambio, los Neandertales no parecían necesitar el arte o los símbolos. Solo hay evidencia limitada de un poco de joyería hecha por ellos. "Ellos cazaban, cocinaban, dormían, tenían sexo y se recreaban. No necesitaban artefactos simbólicos para cumplir con sus tareas".Compartir información simbólica fue crucial para el éxito de los humanos. Cada nueva idea que recogíamos tenía la posibilidad de volverse inmortal al pasar de generación en generación. Así fue como el lenguaje se propagó, por ejemplo.
Capacidad de adaptación (genética)
El hecho de que hayamos practicado el
arte y fabricado herramientas con las mismas manos también señala nuestra
capacidad única de variar nuestro comportamiento, dice Shea.
"Todo lo que hacemos, lo hacemos de
más de una forma distinta", dice. "Las soluciones que desarrollamos
para un problema, pueden ser reorientadas para resolver otro distinto. Esto es
algo que hacemos especialmente bien".
Otros homínidos antiguos parecían hacer
lo mismo una y otra vez. "Encontraban un camino y se quedaban atascados
ahí". ¿Tuvimos un cerebro superior al que agradecerle por esto?
Las ilustraciones de la evolución humana
muestran homínidos con cerebros cada vez más grandes. Pero en realidad, nuestra
historia evolutiva es más complicada.
El Homo erectus vivió por mucho tiempo y fue el primer homínido en expandirse fuera de África, pero su cerebro era bastante pequeño. Además, los Neandertales tenían un cerebro igual de grande que nosotros, en proporción con el tamaño de su cuerpo.
Hublin dice que hay una mejor
explicación. Nuestro comportamiento o las circunstancias que vivimos pueden
cambiar nuestra constitución genética. Por ejemplo, los europeos desarrollaron
tolerancia a la lactosa cuando empezaron a comer más productos lácteos. La Peste
Negra en el siglo XIV también cambió los genes de los sobrevivientes.En este sentido, Hublin propone que en
un determinado momento, los humanos modernos se beneficiaron de cambios
genéticos clave.
Lo que nos separó
Lo que nos separó

Del simio al hombre en pocos pasos.Foto:SPL
Durante los primeros 100 mil años de
nuestra existencia, los humanos modernos se comportaron de manera similar a los
Neandertales. Después algo cambió. Nuestras herramientas se volvieron más
complejas, al mismo tiempo que empezamos a desarrollar artefactos simbólicos.
Ahora tenemos evidencia para sugerir que
nuestro ADN cambió después de que nos separamos del ancestro común que
compartíamos con los Neandertales. Nosotros desarrollamos docenas de
características únicas en nuestro genoma, que nos diferenciaron de otros
homínidos.
Los genetistas han determinado que estas
características se relacionan con la forma en la que nuestros cerebros se
desarrollaron, que puede haber sido la clave de nuestro éxito. No sabemos qué
beneficios trajeron estos cambios genéticos. Otros han sugerido que nuestro cerebro
hipersocial y cooperativo nos diferencia.
La cueva Gorham fue un vez una habitada por una colonia de
Neandertales.Foto:SPL
El lenguaje, la cultura, la guerra y el amor, todos los comportamientos humanos distintivos tienen un elemento social. Nuestra tendencia a la vida social pudo haber propiciado la habilidad de usar símbolos y crear arte.
Por decenas de cientos de años, antes que
desarrolláramos estas habilidades, los humanos modernos y otros homínidos
estaban en el mismo nivel, dice Conard. Cualquier otra especie pudo haber
ocupado nuestro lugar.
Pero no lo hicieron. A medida que nuestra población
se multiplicó, las otras especies retrocedieron y eventualmente desaparecieron.
Tal vez debamos agradecer a nuestra creatividad por haber sobrevivido.
Pero hay otra posibilidad. Tal vez fue pura
casualidad. Tal vez nuestra especie tuvo suerte y sobrevivió, mientras que los
Neandertales se llevaron la peor parte.
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