El océano enfrenta una extinción masiva, dice un estudio

Traducido por Hugo P. Castello, 2015.  MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".

 
Enero 15, 2015

ttp://www.nytimes.com/2015/01/16/science/earth/study-raises-alarm-for-health-of-ocean-life.html?emc=edit_th_20150116&nl=todaysheadlines&nlid=52097394&_r=0

Un equipo de científicos, en un análisis innovador de  cientos datos de distintas fuentes, ha llegado a la conclusión de que los humanos están a punto de causar un daño sin precedentes a los océanos y los animales que viven en ellos.
"Podemos estar sentados en el precipicio de una gran extinción", dijo Douglas J. McCauley, ecologista de la Universidad de California, Santa Barbara, y autor de la nueva investigación, que fue publicado el jueves en la revista Science.
Pero también encontraron que .todavía hay tiempo para evitar una catástrofe, dijeron el Dr. McCauley y sus colegas En comparación con los continentes, los océanos están  en su mayoría intactos, todavía lo suficientemente salvajes como para recuperarse.

 Una ballena muerta en Rotterdam, Holanda, en 2011. A medida que los buques portacontenedores se multiplican, más ballenas están siendo perjudicadas, según un estudio. Crédito: Marco De Swart / Agence France-Presse - Getty Images 

"Tenemos suerte de muchas maneras", dijo Malin L. Pinsky, un biólogo marino de la Universidad de Rutgers y otro de los autores del nuevo informe. "Los impactos se están acelerando, pero no son tan malos como para  que no los podemos revertir."
Las evaluaciones científicas de la salud de los océanos está cargadas de incertidumbres: Es mucho más difícil para los investigadores juzgar el bienestar de una especie que vive bajo el agua, a través de miles de kilómetros, que para realizar un seguimiento de la salud de una especie en la tierra.

Y los cambios que los científicos observan en los ecosistemas oceánicos particulares pueden no reflejar las tendencias en todo el planeta.

Coral trasplantado de la isla de Java, Indonesia. Grandes daño resultan de la pérdida de hábitats como los arrecifes de coral, Crédito Aman Rochman / Agence France-Presse - Getty Images

El Dr. Pinsky, el Dr. McCauley y sus colegas procuraron una imagen más clara de la salud de los océanos al reunir datos de una enorme variedad de fuentes, desde los descubrimientos en el registro fósil a las estadísticas del transporte marítimo de modernos contenedores, las capturas de peces y la explotación minera. Si bien muchos de los hallazgos ya existían, nunca habían sido yuxtapuestos de tal manera.
Un número de expertos dijo que el resultado era una síntesis notable, junto con un pronóstico matizado y alentador.

"Veo esto como un llamado a la acción para cerrar la brecha entre la conservación de la tierra y en el mar", dijo Loren McClenachan de Colby College, que no participó en el estudio.
Los científicos hallaron que  hay señales claras ya que los humanos están dañando los océanos en un grado notable. Algunas especies oceánicas son sin duda explotadas, pero aún más daño resulta de la pérdida de hábitat a gran escala, que es probable que se acelere en la medida que la tecnología avanza la huella humana

Los arrecifes de coral, por ejemplo, se han reducido en un 40 por ciento en todo el mundo, en parte como resultado del calentamiento del cambio climático impulsado por el hombre
Algunos peces ya migran a las aguas más frías. La  Lubina Negro, una vez muy común en la costa de Virginia, se han trasladado hasta Nueva Jersey. Especies menos afortunadas pueden no ser capaces de encontrar nuevos territorios. Al mismo tiempo, las emisiones de carbono están alterando la química del agua de mar, por lo que es más ácida.

"Si manipulo el calefactor  de un acuario y vierto un poco de ácido en el agua, los peces no estarían muy felices", dijo el Dr. Pinsky. "En efecto, eso es lo que estamos haciendo a los océanos."
Los ecosistemas frágiles como los manglares están siendo sustituidos por granjas de peces, que se proyectan para proporcionar la mayor parte del pescado que consumiremos  en un plazo de 20 años. Los arrastreros de fondo que pasan grandes redes a través del fondo del mar ya han afectado a 20 millones de kilómetros cuadrados de océano, convirtiendo partes de la plataforma continental a escombros.

Las ballenas ya no pueden ser ampliamente cazadas, el análisis señaló, pero ahora están chocando con más frecuencia en la medida que el número de buques portacontenedores se eleva.
Las operaciones mineras, también, están a punto de transformar el océano. Los contratos de minería de los fondos ahora cubren 460.000 kilómetros cuadrados bajo el agua, a partir de cero en 2000. La minería de los fondos tiene el potencial de perjudicar  ecosistemas únicos e introducir la contaminación en el mar profundo.

Los océanos son tan grandes que sus ecosistemas pueden parecer reacios al cambio. Pero el Dr. McClenachan advirtió que el registro fósil muestra que los desastres globales han destrozado con anterioridad  los mares "Las especies marinas no son inmunes a la extinción a gran escala", dijo ella.
Hasta ahora, los mares en gran medida se han librado de la carnicería ocurrida en las especies terrestres, el nuevo análisis también encontró.
El registro fósil indica que un número de especies de animales grandes se extinguieron cuando los humanos llegaron en continentes e islas. Por ejemplo, el Moa, un ave gigante que vivió en Nueva Zelanda, fue arrasada en algo así como un siglo de la llegada de los polinesios en el año 1300 . Pero fue sólo después de 1800, con la Revolución Industrial, que las extinciones en tierra realmente se aceleraron.

Antes de 1500, se sabe de algunas especies de aves marinas que han desaparecido. Desde entonces, los científicos han documentado sólo 15 extinciones en el océano, incluso los animales como la foca monje del Caribe y la vaca marina de Steller.
Si bien estas cifras son probablemente subestimaciones, Dr. McCauley dijo que la diferencia fue sin embargo reveladora

Los seres humanos comenzaron a alterar el hábitat de la vida silvestre acabando con los bosques para obtener madera, arando debajo de la pradera para tierras de cultivo, y construyendo carreteras y los ferrocarriles a través de continentes.

Las especies se comenzaron extinguir a un ritmo mucho más rápido. En los últimos cinco siglos, los investigadores han registrado 514 extinciones de animales terrestres. Pero los autores del nuevo estudio encontraron  que las extinciones documentadas son mucho más raras en el océano.
Antes de 1500, se sabe de algunas especies de aves marinas que han desaparecido. Desde entonces, los científicos han documentado sólo 15 extinciones océano, incluso los animales como la foca monje del Caribe y la vaca marina de Steller.

Si bien estas cifras son probablemente subestimaciones, el Dr. McCauley dijo que la diferencia fue sin embargo reveladora
"Fundamentalmente, somos un depredador terrestre", dijo. "Es difícil para un mono producir una extinción en el océano.

Muchas especies marinas que se han extinguido o están en peligro de extinción dependen de la tierra - las aves marinas que anidan en los acantilados, tortugas, por ejemplo, o al mar que ponen huevos en las playas.
Aún así, hay tiempo para los seres humanos para detener el daño, dijo el Dr. McCauley, con programas eficaces para limitar la explotación de los océanos. El tigre no puede ser rescatable en la naturaleza - pero el tiburón tigre bien puede serlo, dijo.
"Hay una gran cantidad de herramientas que podemos utilizar", dijo. "Será mejor que las recojamos y las usemos en serio."
Dr. McCauley y sus colegas argumentan que la limitación de la industrialización de los océanos para algunas regiones podría permitir que las especies amenazadas se recuperen en otros. "Creo fervientemente que nuestro mejor aliado en salvar el océano es el propio océano," dijo Stephen R. Palumbi de la Universidad de Stanford, autor principal del nuevo estudio.
Los científicos también han argumentado que estas reservas tienen que ser diseñadas con el cambio climático en mente, por lo que las especies que escapan a las altas temperaturas o el bajo pH serían capaces de encontrar refugio.
"Se trata de crear un odelo de rayuela arriba y abajo de las costas para ayudar a estas especies que se adapten," dijo el Dr. Pinsky.
En última instancia, el Dr. Palumbi advirtió, que para lograr la desaceleración de extinciones en los océanos significará que deben lograrse recortes en las emisiones de carbono, no sólo adaptarse a ellos.
"Si al final del siglo no estamos fuera de la curva actual -que podemos denominar “haciendo negocios como siempre”(business-as-usual).honestamente siento que no hay mucha esperanza para los ecosistemas normales en el océano", dijo. "Pero mientras tanto, nosotros tenemos la oportunidad de hacer lo que podamos. Tenemos un par de décadas más de lo que pensamos que teníamos,